sábado, 9 de febrero de 2013

UN MUNDO DONDE LOS HECHOS NO VALEN NADA



EL VUELO

UN MUNDO DONDE LOS HECHOS NO VALEN NADA.
Denzel Washington hace una excelente actuación de un piloto que como algunos, le gusta el licor, tiene problemas matrimoniales y hace parte de un sistema que se aprovecha del empleado con necesidades. La película EL VUELO, más que una película moralista, es una película crítica de un sistema que pone por encima a las instituciones que al hombre. La película relata el vuelo que pilotea “Latigo” el capitán que protagoniza Denzel Washigton, nominado al premio Oscar este año por este personaje, que salva un vuelo imposible de salvar de una fuerte tormenta. Los reporteros con su toque de morbo persiguen al piloto luego de que este sobrevive salvando al 80% de los pasajeros. Todas las investigaciones técnicas y de repetición en simuladores por varios pilotos, dicen que era imposible salvarlo. Este piloto comienza a ser fuertemente presionado por el sistema: ”La sociedad reclama un culpable para las 4 personas que murieron en el accidente”, afirma uno de los fiscales. De repente, la historia coge un rumbo. El rumbo de lo limpio, blanco y puro de la sociedad de la globalización, que dice que hay que ir hasta las últimas consecuencias. El personaje comienza a ser presionado. Se le dice que tendrá cadena perpetua por que es culpado de homicidio de 4 personas. La soledad lo sumerge mas y mas en el alcohol. Divorciado y aterrado de ver que la sociedad lo quiere culpar porque murieron 4 personas en un accidente que, como lo repito, era imposible de evitar, se hunde en la depresión, el alcohol y la tristeza. Finalmente, y lo mas impresionante es ver que nadie tiene en cuenta el hecho final: salvo al 80% de los pasajeros. Este hecho que debía ser el mas importante, paso casi a un tercer plano. Lo importante era culpar al piloto por haber subido ebrio al avión y por descubrírsele “la espantosa vida” que llevaba. Vemos como en el mundo de hoy, los hechos no valen. Lo importante es salvar las instituciones. El hombre no vale. La representación de lo blanco, lindo y puro está haciendo que el mundo de la globalización, esta época en que el dios dinero está por encima de todo, hace que las leyes, las normas de lo establecido, el establishment y los cánones de la sociedad no dejen ver el hecho importante: salvar vidas. Volviendo a la película. ¿Por qué no se apoyó al piloto en su lucha contra el alcohol, como mínimo detalle por haber salvado esta gran cantidad de vidas? Lo más fácil fue seguir la vía fácil de culparlo; porque la sociedad reclamaba un culpable.
La presión de las instituciones está ejerciendo una serie de finales tristes en muchas personas: suicidios, homicidios, robos, desesperación, depresión y un sin fin de enfermedades mentales y físicas que muchas personas sufren debido a la presión social.

Por otro lado, la sociedad lleva casi medio siglo en la lucha contra las drogas. El expresidente Cesar Gaviria está en la lucha de darle un vuelvo de 180 grados a este tema. Un problema visto por los moralistas de una forma y visto por muchos desde otros puntos de vista. Pero personalmente pienso que es un problema ecológico. La ecología como ciencia estudia el equilibrio de los ecosistemas, pura matemáticas. Yo pregunto: ¿ a cuánto equivale un hombre adicto? Un hombre que está enfermo por las drogas equivale a: X soldados y policías muertos por la guerra del narcotráfico,  un enorme gasto militar que desangra el PIB de los países que sufren esta guerra, de  muertes de niños y jóvenes que caen por no encontrar otra cosa que hacer (falta de oportunidades) y hacen parte de las filas de bandas de microtráfico en las calles de capitales que no tienen futuro, y finalmente,  el temible negocio del armamentismo, patrocinado por los países desarrollados. Sé que esta equivalencia suena muy cruda pero es verdad, es así. Por qué no analizar el tema del narcotráfico como un tema de salud pública? La legalización de la droga y no la penalización del drogadicto son temas que son urgentes de analizar. Últimamente se ha reportado por varias agencias oficiales internacionales el fracaso de la guerra contra las drogas. También se nos olvidó que el narcotráfico llego a Colombia gracias a los grupos de “paz” de los Estados Unidos que venían en los años 60, dizque para ayudar al país a salir del subdesarrollo. Empezaron ellos a buscar cómo podían exportar cocaína para los soldados y pilotos de guerra  que sufrían los duros golpes del vietcong, porque  aquí se cultivaba la mejor marihuana del mundo y se producía la mejor pasta de coca.

Devolviéndome al comienzo de este ensayo, vuelvo y me pregunto: ¿Son más importantes los hechos o las leyes moralistas, que dicen que todo debe ser limpio, blanco y puro? La falsa moral de un país como Estados Unidos ha hecho matar a sus propios hijos. Pero el Presidente Obama, un hombre afroamericano y musulmán, tiene casi la pelea perdida contra los miembros de la Asociación Nacional del Rifle y su poder económico.

 ¿Qué es lo importante para este mundo globalizado en todos estos tres casos? Buscar los culpables. No se puede dejar de producir dinero por salvar al hombre.  Hacemos viajes espaciales absurdos buscando quien sabe qué cosas, pero no estamos llegando al corazón del hombre, a su conciencia donde está el verdadero Dios.


José Edwin Parra
9 de Febrero de 2013