jueves, 26 de diciembre de 2013

FINALIZANDO EL 2013



FINALIZANDO EL 2013

Y esto se acabo. Un nuevo ciclo de actividades volverá a iniciarse, pero antes, un repaso de las miles de barbaridades y cosas bonitas que pasan en un país y un mundo creado para ser feliz.
Uno de los recuerdos mas gratos para el mundo es la elección del Papa Francisco. Un argentino que expresa la dulzura y la humildad que la religión católica desde hace años necesitaba. Las palabras de un hombre que busca que cada uno nos perdonemos para que comencemos una vida mas integra, con menos éxitos mundanos y de una mayor felicidad espiritual. Un Papa que sabe que debe enfrentar el lado oscuro de un mundo donde la vanidad, el odio y el egoísmo generan violentas consecuencias en los más débiles.
En Colombia vivimos una de las alegrías mas inmensas este año con la clasificación de la selección Colombia, gracias a la sabiduría de un técnico extranjero. ¿Por qué? Los colombianos debemos caer en la cuenta de aprender y ser humildes. Un argentino que gracias a su hija colombiana, musito en este extranjero las ganas de sacar adelante a un grupo de talentosos que debían tener una brújula que sacara al máximo su genial juego. Me alegra mucho que una generación entera de niños y adolescentes tengan hoy la oportunidad de vibrar con la afición de un deporte como hace 16 años no la sentíamos en Colombia.
Pero como todo en la vida, no todo es completo. Colombia con narcotráfico, guerrilla, paramilitarismo y corrupción; es decir con las noticias de siempre. Y algo, igualmente grave. La noticia del desastrozo 64 puesto de Colombia en educación. La base para que todo lo anterior se genere en un país que ya es folklor ver los noticieros, hasta el punto que cuando no hay muertos, la gente suele decir:”No están buenas las noticias”.
Finalmente, cerramos con un informe que relaciona pobreza con embarazos adolescentes en America Latina. Personalmente, pienso que es el peor problema que tiene Colombia. Mucho más que la guerrilla, el narcotráfico y la corrupción. Si un país no termina de preparar bien a sus adolescentes y cambia esta actividad educativa por cambiar pañales, el retroceso económico, en conocimiento y de calidad de vida se detendrá y hará que un país no salga del atolladero que la pobreza ejerce sobre la sociedad. Por culpa de la ignorancia seguiremos eligiendo a quienes nos gobiernan. Pero son finalmente los padres quienes deben guiar por el camino del amor y de la felicidad, los corazones de las nuevas generaciones para que cultivemos una paz que desde el interior necesitamos cada uno de los colombianos y decir que el próximo año, en algo, habremos cambiado.
FELIZ AÑO 2014, y en lo posible, quien quita, ganemos el mundial.

sábado, 9 de febrero de 2013

UN MUNDO DONDE LOS HECHOS NO VALEN NADA



EL VUELO

UN MUNDO DONDE LOS HECHOS NO VALEN NADA.
Denzel Washington hace una excelente actuación de un piloto que como algunos, le gusta el licor, tiene problemas matrimoniales y hace parte de un sistema que se aprovecha del empleado con necesidades. La película EL VUELO, más que una película moralista, es una película crítica de un sistema que pone por encima a las instituciones que al hombre. La película relata el vuelo que pilotea “Latigo” el capitán que protagoniza Denzel Washigton, nominado al premio Oscar este año por este personaje, que salva un vuelo imposible de salvar de una fuerte tormenta. Los reporteros con su toque de morbo persiguen al piloto luego de que este sobrevive salvando al 80% de los pasajeros. Todas las investigaciones técnicas y de repetición en simuladores por varios pilotos, dicen que era imposible salvarlo. Este piloto comienza a ser fuertemente presionado por el sistema: ”La sociedad reclama un culpable para las 4 personas que murieron en el accidente”, afirma uno de los fiscales. De repente, la historia coge un rumbo. El rumbo de lo limpio, blanco y puro de la sociedad de la globalización, que dice que hay que ir hasta las últimas consecuencias. El personaje comienza a ser presionado. Se le dice que tendrá cadena perpetua por que es culpado de homicidio de 4 personas. La soledad lo sumerge mas y mas en el alcohol. Divorciado y aterrado de ver que la sociedad lo quiere culpar porque murieron 4 personas en un accidente que, como lo repito, era imposible de evitar, se hunde en la depresión, el alcohol y la tristeza. Finalmente, y lo mas impresionante es ver que nadie tiene en cuenta el hecho final: salvo al 80% de los pasajeros. Este hecho que debía ser el mas importante, paso casi a un tercer plano. Lo importante era culpar al piloto por haber subido ebrio al avión y por descubrírsele “la espantosa vida” que llevaba. Vemos como en el mundo de hoy, los hechos no valen. Lo importante es salvar las instituciones. El hombre no vale. La representación de lo blanco, lindo y puro está haciendo que el mundo de la globalización, esta época en que el dios dinero está por encima de todo, hace que las leyes, las normas de lo establecido, el establishment y los cánones de la sociedad no dejen ver el hecho importante: salvar vidas. Volviendo a la película. ¿Por qué no se apoyó al piloto en su lucha contra el alcohol, como mínimo detalle por haber salvado esta gran cantidad de vidas? Lo más fácil fue seguir la vía fácil de culparlo; porque la sociedad reclamaba un culpable.
La presión de las instituciones está ejerciendo una serie de finales tristes en muchas personas: suicidios, homicidios, robos, desesperación, depresión y un sin fin de enfermedades mentales y físicas que muchas personas sufren debido a la presión social.

Por otro lado, la sociedad lleva casi medio siglo en la lucha contra las drogas. El expresidente Cesar Gaviria está en la lucha de darle un vuelvo de 180 grados a este tema. Un problema visto por los moralistas de una forma y visto por muchos desde otros puntos de vista. Pero personalmente pienso que es un problema ecológico. La ecología como ciencia estudia el equilibrio de los ecosistemas, pura matemáticas. Yo pregunto: ¿ a cuánto equivale un hombre adicto? Un hombre que está enfermo por las drogas equivale a: X soldados y policías muertos por la guerra del narcotráfico,  un enorme gasto militar que desangra el PIB de los países que sufren esta guerra, de  muertes de niños y jóvenes que caen por no encontrar otra cosa que hacer (falta de oportunidades) y hacen parte de las filas de bandas de microtráfico en las calles de capitales que no tienen futuro, y finalmente,  el temible negocio del armamentismo, patrocinado por los países desarrollados. Sé que esta equivalencia suena muy cruda pero es verdad, es así. Por qué no analizar el tema del narcotráfico como un tema de salud pública? La legalización de la droga y no la penalización del drogadicto son temas que son urgentes de analizar. Últimamente se ha reportado por varias agencias oficiales internacionales el fracaso de la guerra contra las drogas. También se nos olvidó que el narcotráfico llego a Colombia gracias a los grupos de “paz” de los Estados Unidos que venían en los años 60, dizque para ayudar al país a salir del subdesarrollo. Empezaron ellos a buscar cómo podían exportar cocaína para los soldados y pilotos de guerra  que sufrían los duros golpes del vietcong, porque  aquí se cultivaba la mejor marihuana del mundo y se producía la mejor pasta de coca.

Devolviéndome al comienzo de este ensayo, vuelvo y me pregunto: ¿Son más importantes los hechos o las leyes moralistas, que dicen que todo debe ser limpio, blanco y puro? La falsa moral de un país como Estados Unidos ha hecho matar a sus propios hijos. Pero el Presidente Obama, un hombre afroamericano y musulmán, tiene casi la pelea perdida contra los miembros de la Asociación Nacional del Rifle y su poder económico.

 ¿Qué es lo importante para este mundo globalizado en todos estos tres casos? Buscar los culpables. No se puede dejar de producir dinero por salvar al hombre.  Hacemos viajes espaciales absurdos buscando quien sabe qué cosas, pero no estamos llegando al corazón del hombre, a su conciencia donde está el verdadero Dios.


José Edwin Parra
9 de Febrero de 2013